viernes, 6 de marzo de 2020

Volviendo a escribir sobre Linux gracias a KDE neon.

Normalmente cuando tengo una "distro" Linux, lo primero que hago es cambiarlo todo,  pero ya no tengo tiempo ni ganas de cambiar cosas, y he descubierto una distribución que para mi gusto no hay que tocarla. Bueno sólo cambiar el fondo y añadir algún elemento gráfico en el escritorio.
Esta distribución permite tener lo último de KDE con una base estable de Ubuntu, así que podemos ver como va el desarrollo de KDE de forma estable.
KDE sigue siendo potente y altamente configurable, pero además ahora ofrece un aspecto mas simple que los usuarios sin ganas de ahondar demasiado en opciones agradecemos.
Disfrutar de KDE Connect sigue siendo una gozada, y el aspecto de los elementos gráficos me encanta.
Tras probar estos últimos años Windows 10, que por cierto me gusta bastante, y gracias a que he actualizado mis ordenadores con mas memoria y discos SSD, los tiempos de arranque son insignificantes. Tenía ganas de comparar Windows 10 con KDE.
El tiempo de arranque ya no es relevante. Así que la ventaja de Windows 10 se diluye y el consumo de memoria tampoco tiene gran importancia ahora que normalmente tenemos cantidades bastante grandes que casi no llegamos a usar al completo los usuarios normales.
En mi caso no uso programas de edición profesionales, y los juegos cada vez los tengo mas olvidados. Para aprender a programar con JavaScript cualquier editor de texto me vale, así que porqué no usar Linux, si al final me gusta su aspecto y posibilidades.
Lo he instalado junto con Windows porque he hecho algún programa que todavía mantengo. Durante la instalación me llamó la atención que no me preguntara si quería instalarlo junto con Windows, así que he tenido que hacer la partición manualmente, darle los tamaños apropiados a la Swap y a la partición Raíz, en mi caso con 16 Gb de RAM he optado por dedicar sólamente 1 Gb de Swap, que raramente se usarán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario